La idea de la educación expandida.
Es lo que siempre he hecho, coger a los niños, exponerlos al entorno y pasar a enumerar todas las cosas cotidianas, y a partir de ahí, llegar a contenidos, currículo, debates, opiniones, puesta en común, recreación artística, y evaluación.
En un contexto en que los saberes y conocimientos dejaron de circular sólo por las instituciones escolares y los libros impresos, desde esta nueva concepción, resulta necesario empezar a usar productiva y críticamente las nuevas tecnologías, Internet y las redes. Este tipo de educación fomenta la participación activa de los estudiantes en la Web, incentivándolos a producir, compartir e intercambiar información y conocimientos a través de Internet.
Hoy en día hay una cultura digital muy fuerte que atraviesa la vida de los sujetos que llegan a las escuelas, y que configura sus subjetividades y sus maneras de relacionarse con el conocimiento. La educación expandida cuestiona que la cultura digital sólo circule fuera de las instituciones educativas, ya que parte de la educación de los sujetos se da fuera de las paredes escolares y a través de las nuevas tecnologías. El aprendizaje sucede también fuera del aula tradicional y se expande cada vez más gracias a los nuevos medio de información. La escuela no puede hacer caso omiso a las nuevas formas de acceso al conocimiento que existen y se reproducen constantemente, sino que debe aprovechar sus potencialidades y favorecer a formar alumnos que utilicen y participen críticamente en los nuevos modos de circulación del conocimiento.
La educación expandida supone que los alumnos deberían participar en la nueva producción y distribución del conocimiento, ya que gracias a la Web ya no son sólo unos pocos quienes tienen el monopolio del saber.La Internet supone la posibilidad de una mejor distribución y reciprocidad entre los sujetos que producen y consumen los distintos saberes que circulan. En este contexto, los alumnos se relacionarían libremente con Internet, aprendiendo, y también compartiendo sus conocimientos para enriquecer el intercambio. De esta manera los docentes funcionarían como guías, o dinamizadores del proceso, y no como meros informantes o proveedores de información. Dejará de ocuparse el docente de transmitir conocimientos para poder colaborar en la formación de los sujetos, en la formación de las competencias emocionales, en el trabajo en equipo, en los procesos colaborativos de aprendizaje y en el aprendizaje de resolver conflictos.
Aquí algunos links con más información:
Blog de Zemos98, colectivo de personas que creo el concepto:
4 poemas de grandes autores para pensar en educación
"Educar es lo mismo que poner un motor a una barca… hay que medir, pensar, equilibrar… y poner todo en marcha… ”.
1. La maestra rural, Gabriela Mistral
La Maestra era pura. «Los suaves hortelanos», decía,
«de este predio, que es predio de Jesús,
han de conservar puros los ojos y las manos,
guardar claros sus óleos, para dar clara luz».
«de este predio, que es predio de Jesús,
han de conservar puros los ojos y las manos,
guardar claros sus óleos, para dar clara luz».
La Maestra era pobre. Su reino no es humano.
(Así en el doloroso sembrador de Israel.)
Vestía sayas pardas, no enjoyaba su mano
¡y era todo su espíritu un inmenso joyel!
(Así en el doloroso sembrador de Israel.)
Vestía sayas pardas, no enjoyaba su mano
¡y era todo su espíritu un inmenso joyel!
La Maestra era alegre. ¡Pobre mujer herida!
Su sonrisa fue un modo de llorar con bondad.
Por sobre la sandalia rota y enrojecida,
tal sonrisa, la insigne flor de su santidad.
Su sonrisa fue un modo de llorar con bondad.
Por sobre la sandalia rota y enrojecida,
tal sonrisa, la insigne flor de su santidad.
¡Dulce ser! En su río de mieles, caudaloso,
largamente abrevaba sus tigres el dolor!
Los hierros que le abrieron el pecho generoso
¡más anchas le dejaron las cuencas del amor!
largamente abrevaba sus tigres el dolor!
Los hierros que le abrieron el pecho generoso
¡más anchas le dejaron las cuencas del amor!
¡Oh, labriego, cuyo hijo de su labio aprendía
el himno y la plegaria, nunca viste el fulgor
del lucero cautivo que en sus carnes ardía:
pasaste sin besar su corazón en flor!
el himno y la plegaria, nunca viste el fulgor
del lucero cautivo que en sus carnes ardía:
pasaste sin besar su corazón en flor!
Campesina, ¿recuerdas que alguna vez prendiste
su nombre a un comentario brutal o baladí?
Cien veces la miraste, ninguna vez la viste
¡y en el solar de tu hijo, de ella hay más que de ti!
su nombre a un comentario brutal o baladí?
Cien veces la miraste, ninguna vez la viste
¡y en el solar de tu hijo, de ella hay más que de ti!
Pasó por él su fina, su delicada esteva,
abriendo surcos donde alojar perfección.
La albada de virtudes de que lento se nieva
es suya. Campesina, ¿no le pides perdón?
abriendo surcos donde alojar perfección.
La albada de virtudes de que lento se nieva
es suya. Campesina, ¿no le pides perdón?
Daba sombra por una selva su encina hendida
el día en que la muerte la convidó a partir.
Pensando en que su madre la esperaba dormida,
a La de Ojos Profundos se dio sin resistir.
el día en que la muerte la convidó a partir.
Pensando en que su madre la esperaba dormida,
a La de Ojos Profundos se dio sin resistir.
Y en su Dios se ha dormido, como un cojín de luna;
almohada de sus sienes, una constelación;
canta el Padre para ella sus canciones de cuna
¡y la paz llueve largo sobre su corazón!
almohada de sus sienes, una constelación;
canta el Padre para ella sus canciones de cuna
¡y la paz llueve largo sobre su corazón!
Como un henchido vaso, traía el alma hecha
para volcar aljófares sobre la humanidad;
y era su vida humana la dilatada brecha
que suele abrirse el Padre para echar claridad.
para volcar aljófares sobre la humanidad;
y era su vida humana la dilatada brecha
que suele abrirse el Padre para echar claridad.
Por eso aún el polvo de sus huesos sustenta
púrpura de rosales de violento llamear.
¡Y el cuidador de tumbas, como aroma, me cuenta, las
plantas del que huella sus huesos, al pasar!
púrpura de rosales de violento llamear.
¡Y el cuidador de tumbas, como aroma, me cuenta, las
plantas del que huella sus huesos, al pasar!
2. Educar, Gabriel Celaya
Educar es lo mismo
que poner un motor a una barca…
Hay que medir, pensar, equilibrar…
y poner todo en marcha.
que poner un motor a una barca…
Hay que medir, pensar, equilibrar…
y poner todo en marcha.
Pero para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino…
un poco de pirata…
un poco de poeta…
y un kilo y medio de paciencia concentrada.
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino…
un poco de pirata…
un poco de poeta…
y un kilo y medio de paciencia concentrada.
Pero es consolador soñar,
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño,
irá muy lejos por el agua.
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño,
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes, hacia islas lejanas.
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes, hacia islas lejanas.
Soñar que, cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera enarbolada.
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera enarbolada.
3. Ante los ojos de los niños del colegio, William Butler Yeats
I
Paseando en el aula inmensa pregunto;
Y una monja linda de velo blanco contesta:
Los niños aprenden a escribir y a cantar,
Aprenden a leer y la historia escuchar,
A cortar y coser, y a trabajar con esmero
Siguiendo la modernidad – los ojos de los niños
En un momento pasajero se clavan con asombro en
Un sonriente funcionario de mediana edad.
Y una monja linda de velo blanco contesta:
Los niños aprenden a escribir y a cantar,
Aprenden a leer y la historia escuchar,
A cortar y coser, y a trabajar con esmero
Siguiendo la modernidad – los ojos de los niños
En un momento pasajero se clavan con asombro en
Un sonriente funcionario de mediana edad.
II
Sueño con el cuerpo legendario de Leda, inclinado
Sobre un fuego desazonante, un cuento que ella
Contó de un cruel reproche, o un suceso trivial
Que transformó días de inocencia infantil en tragedia-
Contó, y sentí como si nuestros dos seres se fundieran
En una esfera de joven compasión,
Para transformar la parábola de Platón en una alegoría
De yemas y claras habitando debajo del mismo techo.
Sobre un fuego desazonante, un cuento que ella
Contó de un cruel reproche, o un suceso trivial
Que transformó días de inocencia infantil en tragedia-
Contó, y sentí como si nuestros dos seres se fundieran
En una esfera de joven compasión,
Para transformar la parábola de Platón en una alegoría
De yemas y claras habitando debajo del mismo techo.
VI
Su imagen actual flota hacia mi mente –
¡Me pregunto si el dedo del Quattrocento la engendró
Con las mejillas hundidas como si se hubiera bebido el viento
Y si para matar el hambre le dieron a cambio un caos de sombras!
Yo también tuve alguna vez alas adorables
Aunque nunca como las de Leda – basta de esto,
Mejor sonreír toda esta sonrisa, y mostrar
Que allí hay una especie de agradable viejo espantapájaros.
¡Me pregunto si el dedo del Quattrocento la engendró
Con las mejillas hundidas como si se hubiera bebido el viento
Y si para matar el hambre le dieron a cambio un caos de sombras!
Yo también tuve alguna vez alas adorables
Aunque nunca como las de Leda – basta de esto,
Mejor sonreír toda esta sonrisa, y mostrar
Que allí hay una especie de agradable viejo espantapájaros.
VI
Platón pensó que la naturaleza es solo espuma que juega
Sobre un paradigma espectral de objetos;
El soldado Aristóteles jugó a las canicas
Sobre los pies del Rey de Reyes;
El famoso con su muslo de oro, Pitágoras
Tocaba con un violín o unas cuerdas
Lo que cantaban las estrellas y las indiferentes Musas escuchaban:
Ropa vieja encima de ramas viejas para espantar un pájaro.
Sobre un paradigma espectral de objetos;
El soldado Aristóteles jugó a las canicas
Sobre los pies del Rey de Reyes;
El famoso con su muslo de oro, Pitágoras
Tocaba con un violín o unas cuerdas
Lo que cantaban las estrellas y las indiferentes Musas escuchaban:
Ropa vieja encima de ramas viejas para espantar un pájaro.
VII
Monjas y madres, ambas adoran imágenes,
Pero aquellos que prenden las velas no son como aquellos
Que reviven los ensueños de las madres,
Pero mantienen de pie a una estatua de mármol o de bronce.
Sin embargo, también rompen corazones – ¡Oh Olam!
Que la pasión, piedad y la afección le conocen,
Y que toda la gloria del paraíso simboliza –
¡Oh burladores auto-engendradores del ser del hombre!
Pero aquellos que prenden las velas no son como aquellos
Que reviven los ensueños de las madres,
Pero mantienen de pie a una estatua de mármol o de bronce.
Sin embargo, también rompen corazones – ¡Oh Olam!
Que la pasión, piedad y la afección le conocen,
Y que toda la gloria del paraíso simboliza –
¡Oh burladores auto-engendradores del ser del hombre!
VIII
El esfuerzo está floreciendo y bailando en el lugar
Donde el cuerpo no se lastima para satisfacer al alma.
Ni la belleza nace de su propia desesperanza,
Ni la sabiduría soñolienta nace del combustible de la medianoche.
¡Oh castaños!, con flores de profunda raíz,
¿Eres la hoja, la flor o el tronco?
¡Oh cuerpo sometido a la música! ¡Oh centelleante mirada!
¿Cómo del baile se distingue el bailarín?
Donde el cuerpo no se lastima para satisfacer al alma.
Ni la belleza nace de su propia desesperanza,
Ni la sabiduría soñolienta nace del combustible de la medianoche.
¡Oh castaños!, con flores de profunda raíz,
¿Eres la hoja, la flor o el tronco?
¡Oh cuerpo sometido a la música! ¡Oh centelleante mirada!
¿Cómo del baile se distingue el bailarín?
4. Cuando vayan mal las cosas, Rudyard Kipling
Cuando vayan mal las cosas
como a veces suelen ir,
cuando ofrezca tu camino
solo cuestas que subir,
cuando tengas poco haber
pero mucho que pagar,
y precises sonreír
aun teniendo que llorar,
cuando ya el dolor te agobie
y no puedas ya sufrir,
descansar acaso debes
¡pero nunca desistir!
Tras las sombras de la duda
ya plateadas, ya sombrías,
puede bien surgir el triunfo
no el fracaso que temías,
y no es dable a tu ignorancia
figúrate cuán cercano
pueda estar el bien que anhelas
y que juzgas tan lejano.
Lucha, pues por más que tengas
en la brega que sufrir,
cuando todo esté peor,
más debemos insistir.
Si en la lucha el destino te derriba,
si todo en tu camino es cuesta arriba,
si tu sonrisa es ansia satisfecha,
si hay faena excesiva y vil cosecha,
si a tu caudal se contraponen diques,
Date una tregua, ¡pero no claudiques!
como a veces suelen ir,
cuando ofrezca tu camino
solo cuestas que subir,
cuando tengas poco haber
pero mucho que pagar,
y precises sonreír
aun teniendo que llorar,
cuando ya el dolor te agobie
y no puedas ya sufrir,
descansar acaso debes
¡pero nunca desistir!
Tras las sombras de la duda
ya plateadas, ya sombrías,
puede bien surgir el triunfo
no el fracaso que temías,
y no es dable a tu ignorancia
figúrate cuán cercano
pueda estar el bien que anhelas
y que juzgas tan lejano.
Lucha, pues por más que tengas
en la brega que sufrir,
cuando todo esté peor,
más debemos insistir.
Si en la lucha el destino te derriba,
si todo en tu camino es cuesta arriba,
si tu sonrisa es ansia satisfecha,
si hay faena excesiva y vil cosecha,
si a tu caudal se contraponen diques,
Date una tregua, ¡pero no claudiques!
La poesía en la escuela
Bibliografía
Alvarado, M. y G. Pampillo (1988): Talleres de escritura. Con las manos en la masa, Buenos Aires, Libros del Quirquincho.
Alvarado, M., M.C. Rodríguez y M. Tobelem (1981): GRAFEIN, teoría y práctica de un taller de escritura, Barcelona, Altalena.
Amado, R. y E. Sotelo (2002): ¿Un docente en los bordes? Experiencia de innovación en la formación docente de Letras, ponencia presentada en las primeras Jornadas nacionales de Prácticas y Residencias en la Formación de Docentes, Universidad Nacional de Córdoba.
Ander-Egg, E. (1991)El taller, una alternativa de renovación pedagógica, Buenos Aires, Magisterio del Río de la Plata
Breton, A. (2009): Manifiestos del surrealismo, Visor libros.
Camuña, S. (2006): Revista VillaBom, Nº 4, San Miguel de Tucumán.
Camuña, S. (2007): “Venta de poesía”, Revista VillaBom, Nº 5, San Miguel de Tucumán.
Collins, Z. (2011): “Piedra, papiro y videopoema”. Replicante.
Friera, Silvia. “El efecto contagio de una buena idea”, Página 12, Buenos Aires, 29 de agosto de 2015.
Iglesias, L. (1979): Didáctica de la libre expresión, Buenos Aires, Ediciones Argentinas.
Kreibohm, G. (1991): Los talleres literarios, una ventana a la libertad, Tucumán, Ediciones del Taller.
Pampillo, G. y M. Alvarado (1986) Taller de escritura con orientación docente, Buenos Aires, Publicación de la Secretaria de Extensión Universitaria de la Facultad de Filosofía y Letras, UBA
Pampillo, G. (1982) El taller de escritura, Buenos Aires, Editorial Plus Ultra.
Queneau, R. (1993): Ejercicios de estilo, Madrid, Cátedra.Setton, J. (1996) La poesía empieza por la poesía de vanguardia. Revista Piedra Libre, Nº17, Córdoba.
Setton, J. (1999): Emotividad y resistencia al sentido poético. II Congreso Nacional de Didáctica de la Lengua y la Literatura. Mar del Plata.
Setton, J. (1990): La revuelta surrealista, Buenos Aires, Libros del Quirquincho.
Steiner, G. y Ladjali, C. (2005): Elogio de la transmisión, maestro y alumno. Madrid, Siruela.
Szymborska, W. (2010): “A algunos les gusta la poesía”. El gran número. Fin y principio y otros poemas y textos, Madrid, Ediciones Hiperión.
Zorrilla, F. y otros (2009): Videopoema “Destino”, sobre el poema “Caso” de Rubén Darío. Seminario de Diseño Audiovisual. Bs As, Argentina: Universidad Nacional de San Martín.
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